30 de septiembre de 2008

Pelar la Corteza


  Creo que existen suficientes razones para afirmar que estamos cambiando de paradigma y que dicho cambio, puede notarse en diferentes fenómenos y tendencias a nuestro alrededor. Creo también que quién está marcando el ritmo de esta verdadera revolución paradigmática, es internet con sus múltiples tecnologías sociales que están cambiando la manera en que las personas nos comunicamos hoy. Como nosotros ahora.

  Las neurociencias con su notable desarrollo de los últimos 20 años, será probablemente otro de los pilares sobre los que se construye esta nueva visión o cosmovisión acerca de la realidad.

Pero ¿qué forma tiene la realidad cuando se mira a través de este nuevo paradigma? 

Yo diría que más o menos la de un cerebro extendido.

   Es como si la estructura de nuestro sistema nervioso con todas sus neuronas y sinapsis, se haya extendido sobre nuestro entramado social, transformando rápidamente la manera en que sus integrantes se comunican y relacionan. En este nuevo escenario hay un equilibrio entre la autonomía y la necesidad de formar redes de comunicación más horizontales. Como está extendido, la jerarquización es mínima y las conversaciones más transparentes. En estas redes de iguales, sólo el grupo es superior a cada uno y es deber de todos matenerlo vivo. O mejor dicho, si queremos que nuestro grupo se mantenga, es responsabilidad de todos.

      Al igual que en nuestro cerebro, las posibilidades de diferenciación sólo son posibles con el trabajo en equipo. Sabemos que una neurona por sí sola no produce inteligencia a menos que esté integrada en una red neuronal mayor. Con esto, valores casi olvidados como la responsabilidad y la cooperación cobran valor y generan cambios culturales. Pensemos, por ejemplo, que la cooperación es una de las piedras angulares sobre la que se estructura todo el desarrollo de webs 2.0 y otras tecnologías y software sociales.

A propósito de esto último, aquí hay un video interesante acerca de la revolución de los medios

http://es.youtube.com/watch?v=aD4XtZqJu-U

 

Finalmente ¿qué irá a pasar con todo esto?

No lo sé, pero estoy ansioso por saberlo

 

26 de septiembre de 2008

Revolución en los Medios


Dos breves videos acerca cómo han cambiado y seguirán cambiando los medios.




22 de septiembre de 2008

MANAGEMENT Y NEUROCIENCIAS (REDES, RELACIONES, CAMBIO) I




            El mundo ya no es el mismo. El conocimiento se acumula a una velocidad impensada y cambios o procesos que solían tardar años, ocurren en pocas horas. La “sociedad de la información” nos enfrenta a una realidad compleja y desconocida que exige respuestas rápidas. La revolución cultural y social que ha supuesto la masificación del ordenador e Internet no tiene precedentes. Sus efectos han alcanzado todas las áreas de nuestra vida y está cambiando la manera en que las personas nos comunicamos. La irrupción de verdaderas comunidades globales en forma de blogs, wikis o webs 2.0, da cuenta de nuevos tipos de organizaciones que irrumpen por todos lados. Estos grupos se crean a partir de redes espontáneas en los que los usuarios se relacionan mediante conversaciones más transparentes y directas. Este nuevo modelo interaccional está modificando la arquitectura de nuestras relaciones, imponiendo un patrón comunicativo más horizontal y fluido.

Todos estos cambios han configurado un nuevo escenario social que supone un verdadero desafío para las prácticas más tradicionales del management y la forma en cómo se conceptualiza el liderazgo, la toma de decisiones o las comunicaciones dentro de una organización. La pregunta que nos hacemos aquí es: ¿Puede el management seguir utilizando las mismas metodologías y los mismos paradigmas si las condiciones parecen haber cambiado? 

18 de septiembre de 2008

MANAGEMENT Y NEUROCIENCIAS (REDES, RELACIONES, CAMBIO) II


El desafío es ampliar la mirada tradicional y recurrir a otros campos de estudios, en busca de modelos y prácticas que expliquen más satisfactoriamente la realidad a la que se enfrentan las organizaciones en la actualidad. El management debe aprovechar este momento de secularización del conocimiento científico, que ha permitido reducir la distancia que históricamente ha existido entre la ciencia y el “hombre de la calle”. Aquí la neurociencias, con su notable desarrollo de los últimos quince años, jugará un rol crucial contribuyendo con sus explicaciones y teorías acerca del funcionamiento cerebral. El origen interdisciplinar de esta ciencia, facilita el intercambio de conocimientos entre diferentes campos de estudios, por lo que las posibilidades de establecer puentes con el management o la economía, no sólo son factibles, sino que altamente recomendables. Afortunadamente el coaching ha contribuido enormemente generando un espacio de trabajo fértil, en el que teoría y conocimiento científico se han podido plasmar en eficientes modelos y estrategias de cambio.

En este nuevo escenario de redes y comunicación total, las neurociencias están contribuyendo con modelos actualizados de organización cerebral, que facilitarán la comprensión de la creciente complejidad de los fenómenos organizacionales. Más concretamente, las neurociencias pueden contribuir al desarrollo de temas como la creatividad, el liderazgo o la capacidad de tomar decisiones. En relación a los procesos creativos, por ejemplo, se ha podido demostrar su estrecha relación con el hemisferio derecho de nuestro cerebro, que tiene una forma de operar típicamente divergente e intuitiva. Actualmente existen técnicas y ejercicios que contribuyen a potenciar las habilidades “creativas” de nuestra mitad izquierda del cerebro, que por el tipo de educación imperante, suele ser el que domina el funcionamiento cerebral.

  En relación a los procesos de toma de decisiones y razonamiento, se ha comprobado el rol que juegan la metacognición y las emociones en su desarrollo. Considerando esto, el trabajo con las denominadas “habilidades metacognitivas” o con el reconocimiento de las emociones propias y ajenas, puede suponer una ayuda invaluable para cualquier organización. Sobre cuestiones como estas, disciplinas como el neuromanagement y el neuromarketing tendrán mucho que decir.

  Por otro lado, a partir de los nuevos conocimientos que surgen de áreas como la cronobiología, las investigaciones sobre estilos cognitivos o la PNL, se podría repensar la manera en que se estructuran los horarios, los equipos de trabajo o las comunicaciones dentro de cualquier organización. Todos estos asuntos, finalmente,  dependen de cómo se organizan nuestros procesos mentales. Que los procesos de atención de nuestro cerebro, tengan ciclos de 90-30 minutos determinarán, entre otras cosas, nuestros períodos de rendimiento, creatividad o razonamiento. Estas consideraciones debieran tomarse en cuenta para establecer la duración de las reuniones o la hora del día en que tomamos las decisiones más importantes.

16 de septiembre de 2008

MANAGEMENT Y NEUROCIENCIAS (REDES, RELACIONES, CAMBIO) III


Finalmente, las emociones son un tema que mantendrá unido a las neurociencias y al management durante algún tiempo. En un contexto de auge, representado en el creciente interés por potenciar la “inteligencia emocional” dentro de las organizaciones, cada vez nos convencemos más del rol que juegan las emociones en todos nuestros procesos. Este carácter profundamente emocional del ser humano como especie, es la razón por la que podemos reconocer emociones en los demás e incluso, hasta en otros animales. Tienen que ver con nuestra adaptación al medio y por eso han persistido en la especie humana. Las empresas han empezado a comprender su importancia y ha darle un lugar dentro del mundo organizacional.

Afortunadamente, las emociones ha sido uno de los temas pilares de las neurociencias durante todo su desarrollo como ciencia independiente. Así, se ha podido conocer, por ejemplo, su estrecha implicancia con los procesos de razonamiento y toma de decisión. Consideremos que ambos procesos (razón y emoción) comparten algunas áreas y circuitos cerebrales, además de contar con una significativa superposición de funciones. Mirado desde aquí, hablar de “inteligencia emocional” puede ser algo impreciso, pues la inteligencia es en gran parte emocional. Como muchos habremos comprobado, no son los más “inteligentes” los que suelen tener éxito en sus áreas de desarrollo, sino quienes logran equilibrar estas habilidades intelectuales con un conocimiento y manejo de sus emociones.

 Las posibilidades de establecer diálogos permanentes entre el management y las neurociencias no sólo son posibles, sino que han de ser necesarias para comprender el modo en que las personas y las organizaciones se comportan.  El coaching ha sido el contexto en que management y neurociencias se han encontrado oficialmente. No hay ninguna razón para suponer que no seguirá siendo así durante los próximos años. El mundo ha cambiado y lo seguirá haciendo cada vez más velozmente. Necesitamos replantearnos ciertas prácticas e ideas que puedan estar cayendo en la obsolescencia. Explorar otras áreas de conocimiento en busca de nuevos modelos, permitirá al management disponer de más y mejores recursos para lograr sus objetivos. 

10 de septiembre de 2008

Relación con el Conocimiento





   Una de las características de este nuevo paradigma es que nos sitúa en una nueva relación con el conocimiento. Hemos pasado los últimos 10 o 15 años de una situación en la que, como mucho, podíamos acceder a una parcela del conocimiento a través de un libro o una enciclopedia. En este contexto las personas éramos clientes que comprábamos información, la que nos era entregada en forma de pequeñas dosis parceladas en áreas de estudios. Aquí las posibilidad de acceder a material actualizado, a contrastar la información con distintos medios o, incluso, a intervenir en este conocimiento, era muchísimo más limitado. Pensemos sólo en este último punto. Actualmente herramientas sociales como wikipedia permiten que los diferentes usuarios aporten, discrepen y modifiquen sus contenidos creando un fenómeno similar a una "socialización del conocimiento". Con esto, la tan anhelada pretensión de objetividad de la información, encuentra al fin un aliado en la intersubjetividad de los que aportan en la construcción del conocimiento.

 La relación con el conocimiento ha cambiado. Del conocimiento de los libros, más formal e institucionalizado, hemos pasado a vincularnos de forma más horizontal y directa con el saber. Hoy para saber cualquier cosa basta con preguntárselo a Google o a Yahoo Respuestas.

¿Qué pasa con todo esto?

  Aún no lo sabemos con certeza pero creo que este fenómeno de "democratización" del conocimiento es positivo y fundamentalmente más justo. Ahora, cualquier persona que quiera saber cualquier cosa, puede aprenderlo desde su casa, sin necesidad de pagar o comprar nada. El gran daminificado aquí será la propiedad intelectual de quienes sigan produciendo el conocimiento, o mejor dicho. de quienes sigan contándolo.

  Los nuevos tipos de relaciones que estamos teniendo las personas con el conocimiento suponen un desafío para las empresas, los centros de enseñaza y, en general, para todas las organizaciones que necesiten nutrirse del saber para su desarrollo.

  

“…en el corazón de las dificultades del hombre actual está su desconocimiento del conocer”

Humberto Maturana

 

 

7 de septiembre de 2008

Las Emociones en los Procesos de Decisión I



La creencia de que mientras más lejos mantengamos nuestras emociones, mejor podremos razonar y decidir ventajosamente sobre algo, pierde fuerza a la luz de nuevas investigaciones. Las emociones parecen estar presentes en casi todos los procesos cognitivos y jugar un rol determinante para la eficiente ejecución de estos.

Si durante los procesos de toma decisiones o el razonamiento (TDR), realmente se pudieran suprimir las emociones, veríamos que se fallaría sistemáticamente en la elección de decisiones ventajosas o que puedan reportar beneficios a futuro. 


Cualquier acercamiento al tema de las emociones y los procesos de TDR, conlleva una dicotomía difícil de sortear. La idea de un área emocional y una más del tipo cognitiva-racional trabajando conjuntamente en nuestra relación con la realidad, sigue siendo insatisfactoria. Esta mirada insiste en enfatizar una división que existe sólo en la teoría. Las emociones no parecen ser un filtro del que podamos prescindir cuando queramos, para dejar nuestro cerebro “libre y puro de influencias contaminantes”. No hay una percepción de la realidad con estas características, pues siempre parece haber una afectación emocional. Más aún, las emociones resultan poderosos reforzadores de las posibilidades de éxito de nuestras decisiones.

En relación a esto, recomiendo leer este artículo (inglés) sobre El Rol de las Emociones en los Procesos de Decisión


5 de septiembre de 2008

Las Emociones en los Procesos de Decisión II

Sin la presencia de las emociones nuestro funcionamiento cerebral sería una suma de hitos de funciones aisladas, descontextualizadas y abstractas. Como dice Mora en su libro “El Cerebro Sintiente”: “Hay un estado emocional que alumbra, ilumina y calienta la concepción de un plan cortical. El calor emocional es como la energía que permite el ensamblaje coherente de todos los ingredientes de una planificación futura, sea ésta realizar un viaje o escribir un libro. Sin el fuego emocional previo, los planes son desintegrados, mal coordinados y sin mantenimiento ni realización en el futuro.”

La influencia de las emociones en los procesos de razonamiento es muchísimo más importante de lo que se cree habitualmente, sobretodo si tomamos en cuenta que existe una evaluación del valor emocional de cada estímulo en niveles muy tempranos de procesamiento de la información. Así, es imposible relacionarse con la realidad sin que experimentemos estados emocionales y sin que nos movamos permanentemente entre ellos. Más aún, diferentes emociones tienen distintos modos de procesamiento de la información presentando cada una un patrón particular de memoria, atención e interpretación de la realidad. Se ha podido observar, por ejemplo, que los pacientes deprimidos presentan una mayor tendencia a fijarse en la información negativa. Por el contrario, se ha comprobado que durante un sentimiento de exaltación durante el cual hay una rápida generación de imágenes, existe un proceso asociativo más rápido y más rico, una mayor facilidad de inferencias, etc.  Estos sesgos cognitivos, están relacionados con la función adaptativa de las emociones, que apunta a optimizar los recursos disponibles.

Los sesgos atencionales, en particular, aparecen en un nivel muy temprano de procesamiento de la información, incluso antes de que esta se haga conciente. De hecho, se ha podido constatar que frente a imágenes relacionadas con sexo y violencia hay una mayor activación cerebral que frente a estímulos más placenteros. Nuestro cerebro parece asignar mayor cantidad de recursos a aquellas actividades relacionadas con nuestra supervivencia como especie. Más aún podría ser que estos estados emocionales esten incorporados en redes de memorias asociativas (associative memory network). Así, cada emoción está representada por un nodo, por una red semántica compuesta de memorias y cogniciones. Cuando uno de estos nodos de emociones es activado, irrumpen un tipo de memoria y cogniciones que van a generar efectos conductuales congruentes.



Descargar archivo "Emotion and Decision Making"