3 de diciembre de 2008

La hipótesis del Marcador Somático II


Las cortezas prefrontales serían las encargadas de la adquisición de las señales de los marcadores somáticos. Sus múltiples y variadas conexiones con todas las regiones sensoriales (incluidas las cortezas somatosensoriales), con los núcleos del tallo cerebral y del prosencéfalo basal, con la amígdala, con la cingulada anterior y el hipotálamo; le mantienen actualizada de lo que ocurre al organismo en casi todos los planos de su biología. 

Además, las cortezas prefrontales pueden establecer relaciones entre el conocimiento del que ya disponemos y las experiencias que enfrentamos permanentemente; todo esto mediado por la información de estados somáticos en cada uno de estos momentos y sus continuas variaciones. En específico, la región prefrontal ventromedial cumple una función crítica en la representación somatosensorial, interpretando las sensaciones de nuestro cuerpo, asociadas a los eventos emocionales. 

A través de lo que Damasio llama “representaciones disposicionales”, las cortezas prefrontales establecen categorizaciones de las distintas situaciones que ha debido enfrentar el organismo, creando así una especie de “banco de datos” ordenado sobre nuestras distintas experiencias y a partir de cómo ha reaccionado nuestro cuerpo en aquellas situaciones. Por otra parte, la conexión que tienen con todas las vías de respuestas (químicas y motrices) del cerebro, hacen que sus efectos sean inmediatos y no mediados. Este es el caso de las cortezas prefrontales ventromedianas que, vía sistema nervioso autónomo, generan respuestas químicas asociadas a la emoción.